Hace casi un año y medio, cuando la pandemia de Covid-19 producía una incertidumbre global como nunca la habíamos vivido, quizás una de las únicas certezas que podíamos tener era el rol central que la tecnología estaba jugando -y jugaría de ahí en adelante- para nuestras vidas.
Más allá de nuestras pantallas, que se volvieron parte de nuestro trabajo, que nos comunicaron con nuestras familias e incluso con nuestros médicos de cabecera, mucho más allá, la nube comenzaba a cobrar una importancia fundamental para que tuviéramos las plataformas necesarias para ser el “backstage” de las escuelas, negocios, supermercados y de la información adecuada para mantenernos a salvo.
En ese momento y en este mismo medio en junio de 2020, les contábamos por primera vez que pronto llegaría a Chile una región de Cloud para acelerar y dar más confiabilidad a las operaciones de miles de negocios y organizaciones en Latinoamérica y Chile en particular.
Y hoy ya la tenemos aquí, la nueva Región de Cloud de Santiago, traerá los servicios de Google Cloud de alto rendimiento con baja latencia; habilitará a las organizaciones para transformar y modernizar por completo su estructura de TI, al aprovechar la plataforma de nube más avanzada en la industria y la posibilidad de desplegar soluciones innovadoras que requieren latencia cero y una infraestructura de tecnología perfecta en cada capa.
